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La llanura es una superficie plana o con pocas ondulaciones.
Las montañas son elevaciones de terreno. Cuando hay muchas y están juntas entre sí se llaman cordilleras. Si entre ellas hay una zona de menor altitud se llama valle. Éste puede estar causado por un río o por un glaciar.
En el mar también se pueden ver formas de relieve. Por ejemplo, las penínsulas, un trozo de tierra rodeada por el mar por todas partes menos por un pequeño espacio. La unión de la península y el resto del territorio se llama istmo.
También puedes encontrar golfos, que son resultado de la entrada del mar en la costa. Si son más pequeños y de forma más redondeada se denominan bahía. Otra opción son las islas, porciones de tierra completamente rodeadas de agua. Si son varias bastante juntas se llaman archipiélago. Los cabos, por su parte, son pequeñas porciones de tierra de la costa que entra en el mar.
Justo al lado del cabo desemboca un río, pero en su desembocadura se forma una ría, que se produce cuando el mar entra en el propio río.
Las mesetas, por su parte, son superficies elevadas sobre el nivel del mar.
Uno de los agentes más importantes a la hora de modelar el relieve es el agua. Los ríos, por ejemplo, erosionan el curso por donde transcuren. Además, los materiales que arranca durante su camino hacia el mar descienden y se depositan en la desembocadura, pudiendo formar llanuras aluviales y deltas.
Ya en el mar, las olas son las responsables de los golfos y de los acantilados, por ejemplo. Ahora, el agua en dos formas diferentes: la lluvia, que puede disolver los componentes de los suelos, y el hielo, porque al aumentar su volumen, ejerce una presión en las rocas que puede generar rotura.
Otro elemento que modela el relieve es el viento, que pule y redondea las rocas. La temperatura también influye porque puede dilatar los materiales durante el día por el calor y contraerlos durante la noche por el frío pudiendo generar roturas.
La Vegetación disgrega suelos y rocas a la vez que los protege
La vegetación también puede modelar el relieve. Es curioso porque puede afectar tanto de una manera como de otra. Las raíces pueden disgregar suelos y rocas pero las copas de los árboles también pueden servir de protección contra viento y lluvia.
Durante más de 4.000 millones de años, el mar ha estado influyendo en el relieve que lo rodeaba. Por un lado recibía los sedimentos de otros agentes como un río, por ejemplo. ¿Te suenan los deltas o las playas? Los movimientos del mar pueden generar incluso la creación de islas.
Por otro lado, el movimiento del agua actúa sobre la superficie de la tierra y la erosionan. La abrasión, esa acción erosiva, se produce sobre todo por las olas. Las olas son movimientos ondulatorios de la superficie del mar que tienen lugar por el viento. Cuando la órbita se completa, la ola se rompe y cuando se rompe, en ocasiones con una enorme cantidad de energía, la tierra se va erosionando. Si le sumamos que el agua puede transportar fragmentos de rocas, la erosión es mucho mayor.
En esa abrasión también influye en el nivel del mar. Las mareas, por ejemplo, hacen que el agua suba y baje cada doce horas aproximadamente y pueden producirse incluso costas de inmersión. El ejemplo más claro es que el agua ocupe el espacio que antes tenía otro elemento como un glaciar. Sin embargo, el efecto del agua del mar, las mareas y las olas, socaban las rocas y se produce, poco a poco, un acantilado.