Carlos
II de Austria murió sin descendencia en 1700, en su
testamento nombró a Felipe V, haciendo constar que
las coronas de España y Francia no podían unirse.
Los dos aspirantes al trono español en el siglo
XVIII fueron:
Felipe
d´Anjou, que procedía de la dinastía francesa de los
Borbones y contaba con el apoyo de Castilla y
Francia. Era nieto de Luis XIV de Francia.
El
archiduque Carlos de Austria, que procedía de la
dinastía de los Habsburgo y contaba con el apoyo de
Holanda, Inglaterra, Austria y la Corona de Aragón.
La
Guerra de Sucesión fue el conflicto bélico que tuvo lugar
después de que Carlos II muriera sin descendencia.
El
enfrentamiento por la corona española desató dicha guerra,
que acabó con la victoria del bando borbónico.
Bandos Enfrentados:
Enfrentó
a los partidarios de Felipe d’Anjou y a los de Carlos de
Austria.
El
enfrentamiento finalizó con el Tratado de Utrecht que se
firmó en 1713. En este tratado se resolvió que Felipe sería
el rey (reinaría como Felipe V), pero que el Imperio
perdería algunos territorios.
Pérdidas territoriales que tuvo España como consecuencia de
la Guerra de Sucesión:
En
dicho Tratado, España perdió los últimos territorios de su
imperio en Europa (Milanesado, Nápoles, Flandes, Cerdeña).
Además, cedió a Gran Bretaña Menorca y Gibraltar,
importantes para el comercio marítimo inglés. Menorca estuvo
ocupada hasta 1802.
Felipe
V y sus sucesores implantaron el
absolutismo,
nueva forma de gobernar que centraba en el rey todo el
poder, ya no hay validos; centralizó el gobierno de los
reinos hispánicos y estableció las mismas leyes en todos los
territorios. Como castigo por haberse opuesto a su reinado,
Felipe V promulgó los Decretos de Nueva Planta que suprimían
leyes y las instituciones propias de los reinos de la Corona
de Aragón, sin embargo, el País Vasco y Navarra, que sí le
habían apoyado en la guerra, conservaron sus fueros,
instituciones y leyes.
Creando
provincias y nombrando un representante del monarca en cada
una de ellas.
Su
Poder Proviene de Dios.
El
rey es el que hace las leyes, gobierna y las hace cumplir.
El
rey se convierte en el juez supremo.
El
rey es el que dirige el ejército.
El
rey cobra y administra los impuestos.
Reinado
Durante la Revolución Francesa. Tuvo un valido que se
encargaba de las decisiones del reino. Su nombre era Manuel
Godoy.
Fue
engañado por Napoleón Bonaparte, emperador de Francia, que
hizo crecer su Imperio por toda Europa. Napoleón convenció a
Godoy para aliarse con España para poder invadir Portugal,
cuando su intención real era invadir también España (Tratado
de Fontainebleau).
Al
invadir España, se produjo un paréntesis en el reinado de
los Borbones, porque Napoleón puso a su hermano José
Bonaparte en el trono de España.
Pintura:
Francisco de Goya fue el pintor español que mejor reflejó
las alegrías y virtudes de la sociedad española en el siglo
XVIII, pero también sus penas y defectos. Como pintor de
Carlos III y Carlos IV retrató el ambiente cortesano y
aristocrático con gran sentido crítico como puede verse en
su obra La Familia de Carlos IV.
Representaban
escenas populares de carácter festivo llenas de vitalidad y
optimismo: La Pradera de San Isidro, La Vendimia.
En
los últimos años, padeció sordera y la Guerra de la
Independencia transformaron su pintura, que ya se centró en
los horrores de la guerra y el sufrimiento del pueblo: El 3
de mayo de 1808, pinturas negras.
Se
impuso el Neoclasicismo. En este periodo, se volvió a tomar
en cuenta las formas arquitectónicas de la Época Clásica:
pureza en las líneas, gusto por la sencillez, columnas,
bóvedas, cúpulas…
Monumentos importantes de esta época son: la Basílica de El
Pilar, en Zaragoza (Ventura Rodríguez); en Madrid podemos
encontrar la Puerta de Alcalá (Francisco Sabatini), el Museo
del Prado, el Observatorio Astronómico o el Jardín Botánico
(Juan de Villanueva)
Los
Intelectuales Ilustrados perseguían el conocimiento del
mundo que les rodeaba, así como su divulgación, de forma que
resultase útil a la sociedad. Se compusieron obras como la
Enciclopedia francesa, que pretendía reunir todos los
saberes de la época. La educación se convirtió en el motor
del progreso.
La literatura española del siglo XVIII continuó siendo
barroca durante la primera mitad del siglo, mientras que, en
la segunda, el neoclasicismo convivió con otros dos estilos:
el rococó y el prerromanticismo.
Se
Imita a los Clásicos e incluye referencias mitológicas. Su
representante es Meléndez Valdés.
En prosa destacan: Gaspar Melchor de Jovellanos, y Cartas
Marruecas, de José Cadalso.
Destacamos
las siguientes tendencias: comedia neoclásica, Leandro
Fernández de Moratín; algunas obras son: El viejo y la niña,
El barón y El sí de las niñas. Tragedia. Sainetes.